Creación de contratos

Un contrato generalmente tiene tres fases: (1) desarrollar y negociar el contrato; (2) acordar los términos clave, sea oralmente o por escrito; y (3) la ejecución del contrato – es decir, hacer lo que se ha acordado en el contrato.

Luego de entrar en un contrato, usted y la otra parte están legalmente obligados a cumplir con los términos del mismo. Si una de las partes no cumple con los términos del contrato la otra parte puede presentar una demanda para hacer cumplir el contrato, es decir, obtener una orden judicial que pida que la otra parte cumpla con los términos del contrato u obtener dinero de la parte que no cumplió con los términos del contrato si el incumplimiento de esa parte causó a la otra parte una pérdida de dinero.

La mayoría de los contratos pueden ser formados solo por un acuerdo verbal, es decir, no necesitan ser por escrito, pero ciertos contratos, como los que involucran bienes inmuebles, deben estar por escrito para ser ejecutables.

Hay ciertos requisitos para crear un contrato válido y ejecutable:

• Oferta y aceptación – una de las partes debe hacer una oferta clara y definida, y la otra parte debe aceptar esa oferta, clara y definitivamente.
  • Oferta: Comprador: “Le ofrezco $1,500 en efectivo por su motocicleta usada.”
  • Aceptación: Vendedor: “¡Genial! Acepto.”
• Intercambiar algo de valor – también conocido como “consideración”. Cada parte debe prometer o proporcionar algo de valor a la otra parte;
  • En el ejemplo anterior, el Comprador le está ofreciendo $1,500 en efectivo al Vendedor, y el Vendedor le está dando la motocicleta al Comprador. El dinero en efectivo y la motocicleta son algo de valor o “consideración” para el contrato.
• Fines legales – El contrato no puede ser formado para fines ilícitos.
  • En el ejemplo anterior, si el Comprador le ofrece al vendedor el sobrante de su receta de oxicodona, el contrato hubiese tenido fines ilícitos – la venta de una sustancia controlada – y, por ende, no hubiese sido ejecutable en un tribunal.
• Capacidad de las partes – ambas partes deben tener la capacidad legal de entrar en un contrato. Por ejemplo, una persona menor de edad no puede entrar en un contrato legalmente vinculante. Ambas partes también deben tener la capacidad de entender el significado del contrato. Ninguna de las partes puede estar mentalmente incapacitada al momento de entrar en el contrato.
• Asentimiento mutuo – también conocido como “acuerdo de voluntades”. Ambas partes deben tener la intención de estar legalmente vinculadas por el acuerdo y también deben estar de acuerdo con todos los términos esenciales del contrato. En el siguiente ejemplo, no hay acuerdo de voluntades entre el Comprador y el Vendedor porque el Vendedor no está de acuerdo con el precio que el Comprador está ofreciendo por la motocicleta:
  • Comprador: “Le ofrezco $1,500 en efectivo por su motocicleta usada.”
  • Vendedor: “¡Ja! ¡Con eso podría pagar tan sólo una de las ruedas!”

Editores legales: Robert A. Sternbach, noviembre 2014